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Niña de 3 años lucha por su vida en terapia: El fuerte relato de una grave negligencia médica

  • Foto del escritor: Manuel Lopez
    Manuel Lopez
  • hace 1 día
  • 3 Min. de lectura

Los padres de una niña de 3 años denunciaron que su hija está luchando por su vida a causa de una supuesta negligencia médica en el Hospital Regional de Luque. La pequeña fue a consultar por una fiebre y terminó en terapia intensiva con un cuadro de neumonía.

Angustiados y ganados por la impotencia, los padres de una pequeña de 3 años denunciaron a NPY que su hija está luchado por su vida en una cama de terapia intensiva del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu a causa de la negligencia de los médicos que la atendieron en el Hospital Regional de Luque.


El padre de la niña relató que todo comenzó cuando su hija comenzó a tener una fiebre alta. Alertados por ese síntoma, rápidamente fueron al hospital regional en busca de una atención médica.


“Nadie piensa pasar por todo esto que empezó hace una semana atrás. El lunes pasado ella amaneció con fiebre y esa misma mañana le llevamos a mi hija hasta el Hospital Regional de Luque”, recordó muy afligido


La familia llegó al centro asistencial, atendieron a su hija que estaba con una fiebre de 40 grados. Le bañaron y le recetaron dipirona y paracetamol. Los médicos informaron a los padres que “solo su garganta estaba un poco roja” y volvieron a su hogar.


Tres días después, la pequeña vuelve a tener fiebre y comienza a vomitar, nuevamente fueron al hospital y solo le recetaron los mismos medicamentos.


“Le dieron los mismos medicamentos y nos soltaron otra vez. Ellos no le hicieron un chequeo o un estudio para saber por qué tenía esa fiebre que no le dejaba”, reclamó el papá.

Un día después, el cuadro de salud de su hija seguía empeorando y vuelven desesperados al hospital.


“Ella estaba empeorando y, después de cinco días, le hacen una placa y estudios. Ahí le sale que ella tenía una infección, dijeron primero que era una infección urinaria y después la doctora se fija que su pulmón tenía líquidos y nos dijeron que estaba con una neumonía”, explicó.


El padre contó que a su hija le costaba mucho respirar, se quejaba de dolores intensos en la espalda. Mencionó que la salud de su pequeña desmejoraba minuto a minuto ante los ojos de los médicos.


El sábado a la mañana voy junto a ella y ya le vi peor. Su mamá le comenta que su pancita estaba dura y la médica de turno nos dice que estaba aventada y nos dijo que le hagamos caminar”, añadió.


Confiados en la indicación de la profesional, le bajaron de la cama, intentaron hacerle caminar, pero el dolor se volvía más intenso. Una nueva placa reveló que su pulmón derecho estaba completamente infectado y dos horas después le ponen oxígeno e intentaron intubarla sin éxito.


“Yo le vi a mi hija muy mal, comenzó a sonar la máquina y a bajar su saturación, nos sacan de la sala, comienzan a desesperarse los médicos. Ese momento para nosotros fue una eternidad. Trataban de entubarle a mi hija y no podían”, contó llorando.


La eterna espera por una ambulancia


La odisea seguía ahora ya por la falta de una ambulancia para que su hija sea trasladada hasta el Hospital Acosta Ñu.


“Yo le pregunté a una doctora por qué no le trasladan y me dijeron que le llamaron a la gente se SEME y que ellos lo que no venían, estuvimos esperando tres horas. Yo le digo que hagan algo y la doctora me dice que es residente de primer año y que la jefa de servicios ya llamó a la ambulancia”, manifestó.


El joven padre denunció que los residentes prácticamente estaban atendiendo solos.

“Antes de salir del hospital nos dijeron que le estabilizaron a mi hija, que estaba saturando bien y que su frecuencia cardiaca estaba bien, pero nos mintieron. Acá (en el Hospital Acosta Ñu) nos dijeron que nuestra hija estaba muy mal, muy delicada porque tuvo un paro cardíaco de 15 minutos y que la infección agarró sus dos pulmones”, reclamó.


Lamentó que en el Hospital de Luque “minimizaron todo”. Ahora, la única hija de la pareja está luchando por su vida ante una infección que “ya agarró todo su cuerpo”.


“Ese primer día que le llevamos le tenían que hacer un estudio para saber por qué tenía esa fiebre, pero le recetaron paracetamol y dipirona. Es muy doloroso para nosotros, ella es mi vida y todo hacíamos por ella. Nos duele verle así como está y no queremos que otros niños sufran por negligencia de los médicos”, expresó.




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