Tras 25 años en prisión, recupera su libertad Luis Rojas, condenado por el magnicidio de Argaña
- Manuel Lopez
- 11 nov
- 4 Min. de lectura
Este martes recuperó su libertad Luis Alberto Rojas, tras 25 años de cárcel, sentenciado como autor material del magnicidio de Luis María Argaña, vicepresidente de la República, en 1999. “Misión cumplida”, dijo Jesús Argaña, hijo del caudillo colorado.

El 23 de marzo de 1999, sobre las calles Diagonal Molas y Venezuela, fueron asesinados brutalmente el entonces vicepresidente de la República, Luis María Argaña, considerado el último caudillo colorado, y su guardaespaldas, Francisco Barrios González.
El hecho desencadenó en una gran movilización ciudadana y la renuncia del presidente Raúl Cubas Grau, lo que se conoce hasta hoy como el Marzo Paraguayo, donde murieron ocho personas.
Como autores materiales del magnicidio de Argaña fueron condenados tres hombres, Pablo Vera Esteche, Fidencio Vega y Luis Alberto Rojas. Este último recuperó su libertad este martes, tras compurgar una pena de 25 años de prisión, últimamente en la Penitenciaria Unidad Industrial la Esperanza.
“Misión cumplida” para familia Argaña
“Misión cumplida”, fueron las palabras de Jesús Argaña, hijo del ex vicepresidente y caudillo colorado, en charla con Radio Monumental 1080 AM.
“Como abogado de la causa… misión cumplida. Yo creo que siempre, dentro del Estado de Derecho, están establecidas las penas máximas. Nosotros conseguimos la pena máxima. Este señor compurgó”, sostuvo Jesús Argaña.
“En su momento, obviamente, queríamos tomar otro tipo de acciones, probablemente, pero con el derecho y, sobre todo, siguiendo el lineamiento filosófico y jurídico, los Argaña nos mantuvimos dentro de lo que establece la estructura legal de la República”, expresó.
“Importante sería que él cuente la realidad. Si no tiene miedo. (Porque) cuando gente poderosa y sin escrúpulos amenaza a tu gente, a tu familia, a tus seres queridos, que yo creo que hicieron con él, o le enriquecieron tremendamente. Pero no me interesa hablar con él”, respondió a la pregunta de si llegaron a hablar con el hoy liberado.
Lino Oviedo, “autor moral” con “ínfulas de Julio César”
Luis Rojas cumplió 25 años y para los Argaña “no hay ninguna duda”: “Él fue el que le disparó a papá. Él fue el que, por la ventanilla derecha, le disparó con la escopeta. Realmente fue el asesino material de Argaña”, expresó.
Sin embargo, Luis Rojas no es el más importante autor de la muerte de su padre, según dijo. “Para mí, es uno de los menos importantes, si bien fue el que jaló el gatillo, sicarios hay por millones en el Paraguay”, expresó, apuntando al extinto Lino César Oviedo, sindicado como autor intelectual de su muerte, aunque nunca juzgado por la justicia, y fue sobreseído en agosto de 2008 por el Tribunal de Apelación de la Corte Suprema de Justicia.
“Él se mantuvo siempre en que ellos nomás le mataron ‘de onda’, que obviamente es insostenible una declaración así. No lo vinculó a Oviedo. Yo creo que habrá estado muy amenazado y también sostenido financiera y económicamente. Y realmente él no le señaló al que nosotros consideramos y que las pruebas nos llevaron a él… al asesino de papá, no le señaló”, dijo.
Para el hijo del caudillo colorado, era “evidente” que Oviedo quería llegar a la presidencia de la República “de cualquier forma”.
“(Lino Oviedo fue) un personaje oscuro de la política, siempre fue un dictadorzuelo de baja calaña. Imagínense lo que iba a ocurrir. Él tenía un precedente prontuario, no tenía antecedentes, tenía un prontuario, pero tremendo, de intento de golpe de Estado, involucrado en tema narcotráfico, en violencia… en fin, barbaridades”, señaló.
“Y Argaña era un tipo con quien no se negociaba, era un tipo intransigente, con carácter. E iba a poner las cosas en su lugar. Obviamente el temor de este personaje que se sintió como un gato acorralado le llevó a la desesperación de hacerle matar a Luis María Argaña por una cuestión de supervivencia. Yo entiendo así”, señaló.
Nicanor Duarte Frutos, un “fantoche”
Jesús Argaña no tiene buenos recuerdos de la presidencia de Nicanor Duarte Frutos, quien tomó la decisión política de que Oviedo sea liberado para debilitar la candidatura presidencial de Fernando Lugo en aquel momento.
“Cuando ya estábamos a punto de sentenciarle al que realmente es responsable del asesinato de Argaña, un personaje con ínfulas de Julio César, por cuestiones políticas, se ordena… el fantoche de Nicanor le ordena, a esta señora Pucheta, que se lo libere, le ordena a esta señora de Pucheta, jactándose de eso”, expresó Jesús Argaña.
Nota relacionada: Nicanor defendió el acuerdo que puso en libertad a Lino Oviedo
“Para mí hubiese sido un éxito porque no solamente íbamos a hacer justicia por papá, sino que el país iba a quedar en buena posición en el sentido de que, a pesar de ser un tema profundamente político y realmente de importancia y de trascendencia nacional e internacional, (iba a quedar como que) la justicia funcionó”, agregó.
“Realmente ahí fue donde nos lastimó, nos hirió. Pero por una cuestión legal, estuvimos dolidos, nos bancamos, nos separamos de Nicanor, cuando eso ya estaba en otro lado de la vereda política, porque veía venir eso y otras actitudes realmente muy desagradables de este señor”, indicó además.
La muerte de Oviedo: “No te puedo decir que no me alegré”
En la charla con radio Monumental 1080 AM, le preguntaron sobre lo que pensó cuando se enteró de la muerte de Lino César Oviedo, el 3 de febrero de 2013, cuando se estrelló el helicóptero en el que se desplazaba.
“Yo te tengo que ser sincero. No quiero ser hipócrita y cínico. Porque todos dicen gua’u “la vida”... Yo creo que se hizo la justicia que los hombres acá en la tierra no pudimos hacer. No te puedo decir que no me alegré. ¿Para qué voy a mentir? No voy a ser un hipócrita más, que anda caminando por las faz de la tierra, sobre todo por la ciudad de Asunción”, respondió.
Puede leer: A 25 años del magnicidio de Luis María Argaña, el origen del sangriento Marzo Paraguayo
“¿Perdonaste alguna vez a Oviedo?”, fue la siguiente pregunta. “No, no, no. Realmente me considero un cristiano no muy practicante. Entiendo y, obviamente, hasta me va a ser bien a mí perdonar a los que hicieron a otros seres queridos. Pero no, obviamente, no. Claro que no lo perdono”, sentenció.






Comentarios